Con una solemne y alegre Eucaristía, la Familia Vicentina de Chile finalizó las celebraciones de los 400 años del Carisma Vicentino en el Santuario de la Medalla Milagrosa el sábado 25 de noviembre.
“Los invito a vivir la santidad de Dios, viviendo la caridad y la misericordia. De esta forma ayudamos a construir nuestro pedazo de cielo y el Reino de Cristo. El Papa Francisco nos pidió que el Carisma Vicentino no sea celebrado con una mirada arqueológica, sino que hay que construirlo con signos concretos de amor por los más pobres. Porque si no seremos solo palabras que se las lleva el viento”. Con este potente mensaje comenzó la homilía el Padre Fernando Macías, Visitador de la Provincia de Chile de la Congregación de la Misión, quien presidió la misa que finalizó las celebraciones de los 400 años del Carisma Vicentino.
La ceremonia, concelebrada por el Padre Carlos de la Rivera, estuvo centrada en festejar además a Cristo Rey. El Padre Fernando fue enfático en señalar que los vicentinos deben ayudar a construir el Reino de Dios, tal como lo hizo San Vicente de Paul quien le entregó al mundo el importante legado del Carisma Vicentino, que centra su mirada en ir en ayuda de los más necesitados.
En el templo, las ramas de la Famvin Chile y de las comunidades de las parroquias vicentinas agradecieron también a la Virgen María por ser una Madre misericordiosa y por haberles mostrado la senda de amor al desvalido que guía a los vicentinos.
Durante el ofertorio, junto a las ofrendas de pan y vino cada rama de la Familia Vicentina presentó en el altar los símbolos de la labor que desarrollan en sus organizaciones.
Luego de la ceremonia la comunidad vicentina disfrutó un delicioso momento en el que se compartió un trozo de torta.
Agradecemos la participación del coro de la Conferencia Vicentina Santa Cecilia, fundada en colegio San José de Renca de la Red Educacional San Vicente de Paul, quienes ayudaron con su música a la oración de la comunidad.
Celebrando con la mirada en el prójimo
Con mucha intensidad vivieron este año los vicentinos esta importante celebración de los 400 años de su carisma. Los festejos comenzaron en abril, en la Iglesia San Vicente de Paúl de la Alameda, con la participación de numerosos integrantes de todas las ramas y comunidades de la Familia Vicentina. Durante esa Ecuaristía el Padre Macías recordó el origen del carisma y de la Familia Vicentina, destacando los dos sermones de San Vicente en 1617 y las obras que nacieron con el impulso de estos dos momentos carismáticos.
En mayo la Familia Vicentina fue al encuentro de los inmigrantes en Independencia. La acción misionera consistió en la visita a personas y familias inmigrantes para saludar, llevar la presencia de la Iglesia, enterarse en la medida de lo posible de las necesidades existentes y tender lazos de amistad y colaboración.
Durante septiembre se realizaron dos actividades relevantes. El sábado 2 se vivió un Encuentro para dialogar sobre el Carisma Vicentino con la participación de 70 personas. En las charlas el Padre Carlos de la Rivera se refirió al significado del término “Carisma” y los orígenes y naturaleza del Carisma Vicentino. Sor Lucía, Hija de la Caridad, presentó a tres Hermanas que encarnaron el Carisma: Santa Luisa de Marillac, Santa Catalina Labouré y la Beata Rosalía Rendu. Y para finalizar, Francisco Velasco, Gerente General de la fundación San Vicente de Paul Chile expuso sobre el Beato Federico Ozanam y las Conferencias de la Sociedad de San Vicente de Paul fundadas por él en 1833. Luego se celebró la fiesta de San Vicente de Paul, el miércoles 27 de septiembre en la Catedral de Santiago, con una Eucaristía presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo emérito de Santiago. Tuvo una masiva participación de miembros de las distintas ramas de la Familia Vicentina, alumnos y profesores de los colegios vicentinos, de Santiago, Valparaíso, Tomé y Punta Arenas y de miembros de comunidades de las parroquias vicentinas. En su homilía el Cardenal, que se mostró muy contento y cercano, leyó la carta que el Papa Francisco envío a la Familia Vicentina Mundial con ocasión de esta festividad.