COFE, muchas gracias por contagiar su alegría

La Conferencia de la Felicidad (COFE) realizó una gran labor apoyando emocionalmente a las directoras y subdirectoras de la red de hogares durante los momentos más críticos de la pandemia.

Días tristes, oscuros y muy estresantes se vivieron durante los meses de otoño e invierno en la red de hogares debido a la emergencia sanitaria. Los equipos tuvieron que adaptarse rápidamente a la nueva realidad y cumplir con rigor el completo Plan de Acción Covid-19 con el gran desafío de proteger a los adultos mayores que acoge nuestra fundación.

Para aliviar la carga emocional de las directoras y subdirectoras de los hogares, provocada por la alta exigencia de liderar este proceso, la Conferencia de la Felicidad organizó una labor de acompañamiento entre junio y octubre. A través de video conferencias dirigieron sesiones semanales de contención, motivación, desarrollo personal y grupal, entre otras. Actividades que les permitieron trabajar sus capacidades de resiliencia e incentivarlas a contagiar energía positiva a sus equipos para mantener un servicio con el sello Caridad de Calidad en el duro contexto de la pandemia.

La Conferencia de la Felicidad está formada por un grupo de voluntarias que lleva 15 años sirviendo a la red de hogares a través de la organización de diversas actividades, en especial motivacionales. Por esto no dudaron en ponerse a disposición de las directoras para ayudarles a alivianar la pesada carga que les tocó llevar, generando un espacio agradable con actividades lúdicas, de conversación y expresión de sus emociones.

“Fue una experiencia fantástica. Se formó un grupo donde se conversaba de sus vivencias en ese momento y de trivialidades. No siempre hicimos lo que habíamos preparado, si no que tomábamos el pulso de lo que sentíamos necesitaban en ese momento. En algunos momento fue inevitable hablar del Covid. Prestamos mucha oreja, ya que era necesario que pudieran dar a conocer sus emociones sin restricciones”, explica María Teresa González, voluntaria del COFE.

“Tuvimos un momento de apoyo, de escucha, de desahogo. Se generó una hermandad. Este año lo pasamos muy mal, pero a la vez surgió esta instancia donde no se perdió la cercanía con el resto del grupo. Y en algunos casos se incrementó y eso es muy valioso”, cuenta Fanny Astudillo, Directora del Hogar Betania.

Mariela Binder, subdirectora del hogar San Vicente de Paul de Iquique, agradece esta oportunidad que le permitió tomar consciencia de los profundos lazos que existen en la red de hogares. “Ha sido gratificante ver esta unión que tenemos y eso a uno le da fuerza para trabajar y sentirse parte de la fundación. Cada día estoy más agradecida de haberlas conocido y estar trabajando aquí. Agradezco al COFE, que nos sacaban de la rutina y hablábamos cosas realmente increíbles, todo era un chiste. Esa actitud me cambiaba el día jueves”.

Alejandra Aliaga, subdirectora del hogar Cerro la Virgen de San Javier, agradece la compañía y creatividad del COFE, elementos que las condujeron a sobrellevar los momentos más complejos. “Valoro la tremenda generosidad de COFE para compartir su sabiduría, alegría y su ingenio. Nos dieron momentos muy gratos de aprendizaje, tanto espirituales como cognitivos, porque aprendimos bastantes cosas. Es como la sensación de cuando eres niña y te sacan las ruedas de la bicicleta. Estamos ansiosas de salir solas, pero tenemos la confianza de que siempre van a estar ahí mirándonos”.

Aunque su aporte ha sido siempre muy importante, sin duda en esta pandemia las voluntarias del COFE han entregado un apoyo muy relevante. A cada una de ellas, solo podemos decir, con todo el corazón, MUCHAS GRACIAS.