Colegio San José de Renca: marcando la pauta

Con mucha alegría compartimos que el colegio San José de Renca forma parte de los 15 establecimientos destacados en la 3ª versión del libro “Se Puede: Quince prácticas de gestión curricular, estrategias de aula y educación integral” de la Agencia de Calidad de la Educación. Luego de un proceso de indagación realizado durante el 2017, la Agencia de Calidad de la Educación seleccionó el proceso de acompañamiento docente como una de las 15 buenas prácticas para destacar en su tercera publicación “Se Puede”. Esta es la segunda ocasión en que un colegio de la Red Educacional San Vicente de Paul es resaltado por la Agencia. En el libro “Se Puede II” se presentó como modelo el sistema de coordinación docente del colegio Santa Teresa de Puerto Aysén.
El proceso de acompañamiento docente, que también se implementa en el resto de los colegios de la red educacional, consiste en la observación de clases y retroalimentación a los docentes para fortalecer las estrategias pedagógicas impulsadas por la fundación San Vicente de Paul.
“La observación de clases es una práctica habitual en nuestros colegios desde hace más de cinco años. A partir de ella iniciamos después un acompañamiento más integral a los docentes sobre la gestión de la hora de clases, y sobre las técnicas para potenciar el aprendizaje en el aula”, explica Pilar Illanes, Directora Académica de la Red Educacional San Vicente de Paul.
En el colegio San José de Renca este proceso es multidimensional. Hay cuatro actores encargados de realizar las observaciones y retroalimentaciones, cada uno con foco en un área distinta, para lograr una mejora integral en los ámbitos académico, formativo y de convivencia escolar.
El director realiza una observación general que le permite obtener información relevante para la conducción del establecimiento. “Él observa aspectos globales de las prácticas pedagógicas, como la implementación de rutinas, procedimientos y metodologías propiciados por el colegio, y luego entrega una retroalimentación al docente en formato de mentoría, en la que se toman compromisos para la mejora. Es un muy buen hábito que le permite llevar el pulso de lo que está pasando en las salas de clase e identificar junto al equipo directivo dónde se debe reforzar el trabajo”, explica Pilar Illanes, Directora Académica de la Red Educacional San Vicente de Paul.
La observación más detallada es realizada por los coordinadores académicos, quienes observan a tres docentes cada semana. Se centran en aspectos curriculares, de acuerdo a una pauta enfocada en el ambiente de aprendizaje, el manejo de la lección y la sistematización pedagógica. Luego entregan una retroalimentación donde se identifican las fortalezas y ámbitos de mejora del profesor, manteniendo un seguimiento respecto de las retroalimentaciones anteriores y dando espacio para la autoevaluación del docente y la construcción guiada de sus compromisos.
El Encargado de Formación y el Equipo de Convivencia Escolar también realizan observaciones centradas específicamente en aspectos formativos, de rutinas y hábitos que favorecen el clima de aula propuesto en el Proyecto Educativo Institucional. Mientras que el encargado de formación observa el trabajo del profesor jefe en espacios de orientación y momentos de oración, los encargados de convivencia observan los primeros minutos de la clase para monitorear el ambiente en la sala.
“Incorporar estas rutinas de observación y retroalimentación de clases ha sido un proceso paulatino. Los encargados de observar y sus pautas se han ido especializando con el tiempo, hasta lograr la estructura que tenemos actualmente y que ha dado excelentes resultados, porque nos permiten abordar todos los aspectos relevantes del proyecto educativo y asegurar una formación de calidad e integral a nuestros alumnos”.
El resultado de este trabajo ha tenido efectos positivos en las rutinas de clases, con un ambiente más favorable para el aprendizaje, un mejor uso del tiempo y prácticas pedagógicas más efectivas. “Hoy contamos con un equipo de profesores más alineado con nuestro proyecto educativo y comprometido con el aprendizaje de los estudiantes, lo que se ha traducido en mejoras en los indicadores académicos y de convivencia escolar. Todo esto es fruto del trabajo riguroso y constante del equipo en el colegio. Estamos muy orgullosos de que este esfuerzo haya sido destacado por la Agencia de Calidad de la Educación”, concluye la Directora Académica de la red.