Educación en pandemia:
el desafío socioemocional

Mantener el bienestar socioemocional de las comunidades escolares ha sido uno de los mayores desafíos para nuestra red educacional durante la pandemia. Aquí presentamos algunas de las estrategias en nuestros colegios para apoyar en forma cercana y efectiva a todos los miembros de la comunidad educativa.

“Creo que lo esencial de este año ha sido centrarnos en lo humano, en recoger las emociones. En los años anteriores el foco ha estado en trabajar para obtener los mayores logros académicos. Esto no significa que este año no lo estemos haciendo, sino que hemos aprendido a mirar las cosas reflexivamente. Lo importante ha sido centrarse en lo emocional, entendiendo que las emociones son parte del aprendizaje integral, y que cuando se ven afectadas no obtendremos un aprendizaje significativo”, afirma Ximena Schnettler, Directora del colegio Federico Ozanam de Puerto Montt.

La Directora apunta al enorme desafío que ha significado la pandemia para el área educacional. La emergencia sanitaria ha afectado profundamente a nuestras comunidades escolares en lo académico, social y emocional. Ha sido necesario abordar las problemáticas desde un enfoque multidimensional. Por esto, explica, “la crisis sanitaria nos ha obligado a aprender de los cambios y a ser más flexibles”.

Desde el 16 de marzo nuestra Red Educacional comenzó a implementar la educación a distancia. Esta nueva modalidad obligó a nuestros colegios a rediseñar la metodología de aprendizaje y formación. (ver nota) La pandemia también produjo una fuerte crisis económica que ha afectado a numerosas familias de nuestra red. Fieles a nuestra vocación vicentina, desde el área de Formación cada colegio ha impulsado campañas para entregar cajas de alimentos y otros apoyos a las familias que más lo necesitan. (ver nota).

Además de las dificultades académicas y económicas, la larga cuarentena, los problemas de acceso a internet y la reorganización de las rutinas en casa han agudizado los conflictos personales, familiares y académicos. La sensación de angustia, incertidumbre y ansiedad en alumnos, apoderados y profesores se profundizó. “Los apoderados no estaban acostumbrados ni preparados para apoyar durante 8 horas diarias los estudios de sus hijos en la casa. Por eso tuvimos que dar orientación para generar hábitos de estudio, reforzar el apoyo en normas y límites con afecto e incluso dar orientaciones sobre higiene del sueño”, cuenta Jacqueline Gálvez, Sicóloga de la Escuela Industrial Talleres San Vicente de Paul.

De acuerdo a las realidades detectadas en cada colegio de nuestra red, se han reforzado las estrategias para contener, apoyar y acompañar a la comunidad escolar. Cada uno de los 8 colegios definió sus prioridades para identificar situaciones de conflicto que interfirieran en el aprendizaje, el bienestar físico y emocional de los estudiantes y docentes. Junto con trabajar para disminuir estos efectos negativos e la pandemia, se ha puesto un fuerte acento en evitar la deserción escolar.

Los encargados de convivencia, coordinadores de formación, sicólogos, profesores jefes y equipos directivos asumieron la tarea de acompañar las enormes necesidades socioemocionales de cada comunidad en este difícil contexto.

“Para nosotros ha sido fundamental aprender a escuchar para poder detectar las necesidades urgentes. En un principio nos enfocamos, como todos, en resolver lo académico, pero nos fuimos dando cuenta de que teníamos que hacer una profunda intervención de contención”, asegura Marcela Díaz, Encargada de Convivencia Escolar del colegio Manuel José Irarrázaval.

Jacqueline Gálvez explica que los principales desafíos se han centrado en los estudiantes y sus familias, para resolver dificultades básicas, cotidianas y prácticas. “El aislamiento, el duelo por la pérdida de seres queridos, el ingreso al mundo laboral informal de algunos estudiantes, la falta de conectividad y la visita a las familias contagiadas por Covid-19, son algunos de los temas que nos ha tocado abordar. Nos hemos acercado a las familias de diversas formas para hacerles saber que la escuela sigue siendo un espacio de desarrollo académico y social”.

Los estudiantes y sus familias

La primera tarea de los equipos fue hacer el levantamiento de información de la situación de las familias prioritarias. Para ello realizaron llamadas telefónicas, contactos vía whastapp, video conferencias, visitas domiciliarias e incluso encuentros presenciales en los colegios, con todos los resguardos sanitarios. Esto permitió conocer la realidad y poder actuar rápidamente con acompañamiento sicológico y espiritual.

Para reforzar los vínculos, el sentido de pertenencia e identidad se mantuvo la realización de consejos de curso en línea. También se organizaron actividades de motivación como concursos creativos y talleres. Los equipos de formación organizan conversatorios en las redes sociales para los alumnos, y también dirigidos a los apoderados, para fortalecerlos en técnicas parentales. El área formativa ha apoyado lo pastoral y entregado consejos para vivir mejor la cuarentena. También se han mantenido las reuniones de apoderados.

En el colegio Manuel José Irarrázaval, sumaron el apoyo de la plataforma tecnológica Kon3cta.com, quienes realizan atenciones por video llamadas con profesionales de la salud mental. Terminadas las sesiones se entrega información relevante para que la la sicóloga del colegio pueda realizar un seguimiento.

El apoyo a docentes

No solo las familias se han visto afectadas durante este período. Los docentes han vivido un cambio en sus rutinas, han debido reestructurar su trabajo, desarrollar nuevas habilidades y aprender a utilizar herramientas tecnológicas para la enseñanza a distancia. Todo esto lidiando al mismo tiempo con la realidad de sus propias familias en casa. Tal como les ocurrió a los estudiantes, también han experimentado angustia, estrés e incertidumbre.

Su bienestar emocional se hace aún más relevante, considerando que ellos son el vehículo fundamental del colegio para entregar apoyo a cada estudiante.

Por esto el trabajo de apoyo también se ha centrado en los docentes. Se han organizado conversatorios para expresar las inquietudes y encuestas para evaluar su estado anímico y sicológico, además de numerosas instancias para unir y apoyar a la comunidad académica.

En el colegio Federico Ozanam de Puerto Montt se creó la instancia “Sala de profes Ozanam”, momento en que los docentes comparten diferentes herramientas sobre autocuidado, habilidades blandas, contención emocional durante la cuarentena, estrategias para el manejo del tiempo en casa, apego y análisis de casos, entre otros.

También se han realizado varias capacitaciones sobre herramientas de contención emocional.

Para bajar los niveles de estrés los equipos de convivencia han organizado instancias recreativas, dando a los profesores un espacio para relajarse, motivarse, compartir y fortalecer el sentido de comunidad. Algunos han disfrutado de café concert, otros han hecho desafíos en la red social TikTok, han disfrutado de fiestas de disfraces, celebración de fiestas patrias, entre otras.

Durante los meses de pandemia la red educacional ha recibido un importante apoyo del Centro de Espiritualidad Santa María, que ha entregado acompañamiento a 86 personas de nuestros colegios, apoderados, profesores y equipos directivos, a través de una escucha amorosa.

Soledad Vera, Directora del colegio San Vicente de Paul de Puerto Octay. destaca la cercanía que nuestros colegios han logrado tener con la comunidad educativa. “Las familias sienten que pese a la distancia estamos con ellos, estamos presentes en sus vidas y se sienten apoyados por nosotros. Son conscientes de que estamos atentos a sus necesidades y que podemos ayudarlos”.