Es un placer para los integrantes del Consejo Nacional de la Familia Vicentina en Chile poder dirigirnos a cada uno y una de ustedes. Esperamos que se encuentren bien y sanos, junto a sus seres cercanos. En esta oportunidad les hacemos envío de esta carta con un fin bastante especial y que nos incumbe a todos quienes formamos parte de esta gran comunidad vicentina nacional.

Hace un tiempo atrás, previamente al inicio de la contingencia sanitaria que nos viene asolando, surgió en el seno de este consejo la idea de poder construir un proyecto común de misión. Tal como ha ocurrido en instancias anteriores (por ejemplo, para el terremoto de 2010), el objetivo era poder movilizar a la Familia Vicentina en la concreción de una caridad comunitaria, una en la que se pudiera participar como el ente colectivo que conformamos.

Obviamente esto se enmarca dentro de los desafíos que actualmente se proponen en la Familia Vicentina a nivel Internacional, donde se anima la búsqueda de una solidaridad más trascendente y transformadora. Ante esto, la idea de realizar primeramente una misión conjunta se alzó como la oportunidad de dar este puntapié inicial, a un trabajo que podemos realizar todos unidos. Lamentablemente, el inicio y perduración de la pandemia puso un freno a esta iniciativa, que se verá suspendida hasta que las condiciones permitan la realización de un proceso seguro para todos sus participantes.

Sin embargo, cuando un camino se cierra, siempre se abre otro alternativo. En este caso, la limitación que la contingencia nos impuso, nos permitió ver una oportunidad que vendrá a ser de mucha utilidad para las metas que tenemos para el futuro. De esta forma, surgió la iniciativa de empezar un curso de FORMACIÓN MISIONERA PARA LA FAMILIA VICENTINA. Esta instrucción básica tiene por finalidad, dotar de los conocimientos generales que todo misionero vicentino debe poseer para participar en un proceso de misión.

Esta formación será abierta para todos quienes forman parte de alguna asociación y congregación vicentina, en especial de aquellos que se sientan animados en participar de futuras misiones. El costo será simbólico, ya que se solicitará solamente un aporte voluntario, el que será destinado para la próxima campaña que se organice desde este consejo. Los detalles del curso, relativos a su duración y contenidos los podrán ver en su afiche respectivo, el que será difundido por las redes sociales de FAMVIN Chile.

Desde ya los animamos en aprovechar e inscribirse en este curso, el que está destinado para todos los que nos sentimos vicentinos, sin importar la edad o función que cumplan dentro de la Iglesia. En este momento, nos encomendamos a San Vicente y Santa Luisa, fundadores de nuestro carisma, y a ellos les pedimos la intercesión por todas las metas y desafíos que existan por delante como FAMVIN Chile. Que cada día sigamos creciendo en esta misión permanente de servir a los pobres de nuestro tiempo, y prepararnos para los del futuro.

Se despide afectuosamente

Consejo Nacional de la Familia Vicentina en Chile