Con desplante y energía, la enfermera motivó a través del relato de su historia de vida a estudiantes de enfermería de la Universidad Central
A sus 89 años Rebeca Flaquer Hernández aún mantiene el entusiasmo por enseñar su profesión. Esta enfermera vive desde agosto de 2014 en la Residencia Amor de Dios, donde actualmente pasa sus días tranquilamente, disfrutando de un muy merecido descanso luego de una vida entregada al cuidado de la salud de las personas y a la formación de futuras enfermeras.
Pese a estar jubilada hace muchos años, doña Rebeca se mantiene vigente en su círculo profesional donde es muy valorada. Por esto la invitaron como expositora de la II Jornada “Testimonio de un trabajo Intergeneracional”, organizada por la carrera de Enfermería de la Universidad Central. El 5 de diciembre se lució frente a los estudiantes y con gran dinamismo relató su historia como profesional de la salud. Conmovió al público con su testimonio de vocación, esfuerzo y dedicación, demostrando que aún mantiene viva la pasión con la que formó durante 28 años a varias generaciones de enfermeras de la Universidad de Chile.
“Ese día me sentí muy bien. Seguiría dando charlas y contando mi historia con el fin de motivar a otras estudiantes a desarrollar esta hermosa profesión”, comentó, aclarando que solo lo haría desde el punto de vista testimonial.
Su vasta carrera, marcada por importantes hitos y reconocimientos, comenzó en 1946 con sus estudios de Enfermería Sanitaria en la Universidad de Chile. Tras su primera experiencia laboral en el consultorio “Unión Americana” fue becada en dos oportunidades para perfeccionarse en Estados Unidos. A su regreso se integró como docente a la Universidad de Chile, formando a las profesionales del área de la salud con rigor y disciplina.
En 1982 doña Rebeca recibió el premio Florence Nightingale, entregado por el Colegio de Enfermeras de Chile, por sus sobresalientes servicios prestados a la comunidad y a la profesión.
Desde entonces no ha dejado de ser reconocida por su contribución al país. En agosto de este año el XX Congreso de Geriatría y Gerontología de Chile la homenajeó con el premio a la trayectoria.
Hoy la señora Rebeca mira hacia atrás con la satisfacción de haberse convertido en una enfermera comprometida. “Estoy feliz de haber vencido todos los desafíos que me puso la vida. Fue una vida de esfuerzo, dedicación y que asumí con mucha responsabilidad”, recuerda.
Y aunque ahora prefiere vivir esta etapa en la tranquilidad de la Residencia, su testimonio sigue motivando a jóvenes estudiantes. “Quise transmitir mis vivencias, algo muy difícil de lograr. Uno va formando el interés por la profesión cuando realmente la cumple con responsabilidad, con cariño. Y me sentí muy bien traspasando esto a las nuevas generaciones, tal como lo hice durante mi vida profesional”, dijo.
Su ex alumna Elizabeth Fornet, Directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Central, agradeció el testimonio de la señora Rebeca. Dijo estar segura de que este encuentro intergeneracional es un motivador relevante para las futuras enfermeras, lo que quedó de manifiesto cuando las estudiantes ovacionaron el relato de Rebeca. “Agradezco su presencia, pero también su formación y profesionalismo”, afirmó la Directora, destacando que instancias como ésta permiten que los jóvenes valoren y respeten a los adultos mayores.