Un trabajo que dignifica

Un profundo cambio de vida experimenta por estos días Marcelo Kappes, residente del hogar San José. Desde de diciembre comenzó a trabajar en la salmonera Cermaq y ya sueña con su casa propia. “Estoy feliz de tener un sueldo. Estoy ahorrando, porque quiero vivir en mi propia casa”, cuenta ilusionado Marcelo Kappes, residente del hogar San José. A casi cumplir un mes trabajando como jardinero en la empresa salmonera Cermaq, ya tiene un plan de ahorro para independizarse.

Marcelo tiene discapacidad mental y es uno de los residentes del hogar San José, que acoge a 45 personas en Ancud, Chiloé. Tener una vida integrada en la comunidad y poder desarrollar actividades dentro de la sociedad era para ellos un sueño imposible. Pero desde que la fundación San Vicente de Paul comenzó a promover su inclusión social, varios de ellos se han atrevido a plantearse esta posibilidad. Marcelo es el primero que ha conseguido este importante logro que no solo ha cambiado su rutina diaria, sino que lo ha hecho plantearse desafíos que nunca imaginó.

Romina Almonacid, Jefa Administrativa del hogar, explica que gracias a las alianzas que se han establecido con la Municipalidad, el Hospital, juntas de vecinos y otras organizaciones sociales de la zona se ha logrado visibilizar la realidad de estas personas e incluirlos en diversas instancias de la comunidad como talleres de alfabetización, recreativos, deportivos y culturales.

“Esta oportunidad darle trabajo a Marcelo surgió gracias al taller de alfabetización que implementó al Organismo Técnico de Capacitación (Otec) de la Municipalidad. Aquí lo evaluaron, vieron sus capacidades y nos ofrecieron ubicarlo en una empresa. Finalmente, la salmonera Cermaq nos dio la oportunidad de insertarlo en el mundo laboral. Agradezco su disposición y su compromiso de sumarse al desafío de la inclusión”.

Marcelo participó en una entrevista e inducción laboral. Tras ser evaluado positivamente, firmó un contrato por un mes a contar del 5 de diciembre, con opciones de ser renovado. Su jornada es de lunes a sábado de 8 a 16 hrs., y debe cumplir labores de jardinería y mantención.

Esta ha sido una experiencia profunda para Marcelo en lo personal, laboral y social. Lo ha motivado a plantearse metas, a extender sus redes sociales y a sentir el cariño de los demás. “Los jefes son buena onda, tengo buenos compañeros de trabajo. Estoy contento, relajado y tranquilo. Me he sentido acogido. Almuerzo con mis compañeros y nos reímos mucho”.

Se siente competente en el trabajo que debe realizar porque durante 2019 participó con gran entusiasmo de un taller de huerto en el hogar San José, dirigido por alumnos en práctica de terapia ocupacional de la Universidad Austral. Literalmente estos conocimientos le permitieron preparar la tierra para asumir el desafío de convertirse en jardinero.

Agrega que le encanta su trabajo porque lo que más le gusta es estar al aire libre y en contacto con la naturaleza. “Me gustan las plantitas, cortar el pasto y mantener limpio el jardín. No me gusta estar encerrado”.

Romina saca cuentas alegres desde que Marcelo comenzó a trabajar. Tener una ocupación lo ha motivado a soñar y a esforzarse por cumplir sus metas. “Ha sido una experiencia muy positiva. Todos los días converso con él y también lo observo. Aumentó sus niveles de autonomía y autoestima. Le enseñamos a usar el cajero automático, por lo tanto, él hace sus compras y toma sus propias decisiones financieras”.

Marcelo agradece la confianza que Cermaq puso en él. Quiere seguir aportando con su compromiso y responsabilidad y espera que lo sigan considerando parte de esta comunidad que lo ha acogido con tanto afecto. “Agradezco a quienes me dieron trabajo, por su cariño y porque me están ayudando a mejorar como persona”.

Felipe Norambuena, Asistente de Personal de Cermaq, cuenta que Marcelo ha sido un aporte con su comprometido trabajo y ha ayudado a generar un grato ambiente laboral debido a su excelentes relaciones interpersonales. “Hemos tenido una súper buena experiencia. Es muy amable, simpático y proactivo, es una gran ayuda a sus compañeros. Siempre está con una gran disposición, con una sonrisa. Su condición de discapacidad en ningún caso ha sido impedimento para desarrollar un excelente trabajo. Estamos felices con su desempeño”.

La experiencia ha sido motivadora para todos en el hogar y ya están trabajando para que otros residentes sigan la senda de Marcelo. “Creemos que hay muchas capacidades en ellos y queremos seguir aportando en la inclusión. Ya estamos viendo la posibilidad de que otro residente pueda ser ubicado en un puesto de trabajo”.