Vivir el amor de Cristo más allá de la oración

Dos Conferencias del equipo de gestión y apoyo de la Fundación San Vicente de Paul Chile realizaron importantes acciones de caridad en obras de la fundación. Las Conferencias de Caridad son la unidad básica en la que se organiza la Sociedad de San Vicente de Paul a lo largo del mundo. Son comunidades cristianas que se reúnen para progresar en la fe y vivir la caridad en forma activa.
En Chile los colaboradores, beneficiarios y voluntarios de la fundación son parte de esta instancia, y los profesionales del equipo de gestión y apoyo de Santiago participan con entusiasmo.
Estas Conferencias se reúnen cada dos semanas y se han ido consolidando y trasformando en una instancia relevante para establecer lazos de amistad, conectarse con Dios y fortalecer al equipo. Este año se propusieron dar un paso más para experimentar la alegría de dar y darse a los demás, entregando su ayuda en algunas obras de la fundación a las que habitualmente prestan servicios desde la oficina central.
“Es muy potente que nuestros profesionales de gestión y apoyo puedan entrar en un contacto humano y estrecho con las personas que día a día apoyan trabajando desde la oficina. De eso se trata nuestra fundación: de establecer lazos donde no hay una persona que entrega la ayuda y otra que la recibe, sino que todos crecemos y conocemos el amor de Dios al vincularnos. Es fundamental que nos sintamos un equipo que nos necesitamos y que nos apoyamos mutuamente ”, afirma Francisco Velasco, Gerente General.
Ayudas novedosas
La Conferencia “Nuevos amigos” desplegó toda su creatividad y planificó dos intervenciones, a corto y largo plazo. La primera fue una donación de 120 pares de calcetines para las 60 personas en situación de calle y adultos mayores que reciben almuerzo en el Centro de Día San Vicente de Paul de Punta Arenas, que está a cargo de la Conferencia Cristo Obrero.
Esta obra entrega almuerzos los lunes y jueves, mientras que los viernes están dedicados a trabajar junto al Club del Adulto Mayor y con profesionales de la salud para evaluar la presión arterial, la nutrición y para hacer algunos ejercicios con los beneficiarios.
Cecilia Acuña, Asistente de Coordinación Nacional de Conferencias e integrante de la Conferencia “Nuevos Amigos”, explica que planificaron distribuir una ayuda económica y con sentido de urgencia. “Enviamos calcetines a Punta Arenas por que la Directora del Centro de Día nos indicó que las personas llegan siempre con los pies mojados. Esta es una zona extrema del país, con condiciones climáticas complejas y quisimos ayudar a que las personas que asisten al Centro de Día tengan sus pies secos y así eviten enfermarse e incluso morir de frío en las calles”.
Pero junto con esto los miembros de la Conferencia se propusieron entregar una ayuda de largo plazo, preparando un plan de acompañamiento a lo largo del año para 22 personas mayores de la residencia Amor de Dios de Ñuñoa, quienes no reciben visitas. “Este es un compromiso que asumimos y que nos permitirá compartir con los residentes y entregarnos alegrías y experiencias mutuas”, explicó.
Un cálido encuentro
Por su parte, la Conferencia “Santa Teresa de los Andes” organizó una visita a las residentes de la Vivienda Tutelada Nazareth de Independencia, obra que tiene más de 70 años de historia. Se trata de un antiguo cité con pequeñas casas donde se acoge a 15 adultas mayores autovalentes, en situación de vulnerabilidad socioeconómica y sin redes de apoyo.
El Condominio de Viviendas Tuteladas Nazareth les entrega la oportunidad de continuar una vida independiente en viviendas de 60 metros cuadrados que cuentan con un comedor, dos dormitorios, cocina, baño y un patio interior y se encuentran comunicadas por un área común con áreas verdes, donde los residentes comparten y construyen una linda comunidad.
Ellas abrieron sus puertas, corazones e historias de vidas a los profesionales de la fundación y tuvieron un lindo encuentro que llenó el corazón de visitantes y visitados. Realizaron una reunión de Conferencia en el salón principal guiados por el Libro de Formación Vicentina, en la que reflexionaron sobre la importancia del trabajo en equipo y el mantenerse unidos.
Las residentes agradecieron a Dios el que las haya guiado a encontrar este espacio que las ha acogido con tanto amor. “Estoy segura de que Dios me trajo acá y estoy muy agradecida de Él. Me encuentro en la gloria, porque después de todas las penurias que sufrí, ahora estoy reviviendo acá con mis compañeras. Encuentro maravilloso este lugar. Es como estar en un paraíso. Vivimos en comunidad, hay acogida, hay compañerismo y un lindo compartir y siento que estoy reviviendo aquí”, comentó María del Carmen Venegas, residente de 87 años.
Paula Baeza, Asistente Administrativa de la Red Educacional San Vicente de Paul, agradeció la oportunidad de conocer la realidad de los adultos mayores que atiende la fundación. “Mi trabajo me hace estar más cerca de los colegios de la fundación y el haber ido con la Conferencia a Nazareth fue una experiencia muy grata. Ver a las residentes alegres, sus casas impecables, conocer sus historias fue increíble. Todas relataron que llegaron sin nada y en una etapa de la vida difícil como es ser adulto mayor, y que tal como ellas dijeron fue Dios quien les dio esta oportunidad de tener un techo y de ir rearmándose. Fue gratificante ver que todas tienen ahora sus casas impecables y hermosas. Y creo que todos los que compartimos esta instancia nos quedamos con el corazón lleno”.