Nuestra misión es vivir el amor de Dios y compartirlo con otros mediante una red de caridad.
Realizamos nuestra misión siguiendo cuatro principios fundamentales, inspirados por el testimonio del beato Federico Ozanam
Amistad
Ozanam nos invita a abrirnos a los demás y, desde una verdadera amistad, encontrar espacio para crecer, compartir nuestra fe y renovar nuestro compromiso de servicio poniendo la mirada en quienes más necesitan nuestra ayuda: “La amistad es el lazo más fuerte. La caridad no puede existir en el corazón de muchos sin salir al exterior, y el sustento de esta amistad son las buenas obras”.
Caridad
Es convertir el amor en obras, “unir la palabra a la acción”, y “afirmar con obras la vitalidad de la fe”. Ozanam nos invita a vivir la caridad con discreción, delicadeza, humildad, respetando la dignidad de la persona y sin proselitismo. Su llamado fue a “abrazar al mundo en una gran red de caridad”.
Evangelización
La gran pasión y razón de vida de Ozanam fue la búsqueda, el anuncio y la defensa de la Verdad, de Dios y de la fe que da verdadera vida. “He querido sin duda consagrar mi vida al servicio de la fe”. Como continuadores de este legado, nuestra misión es descubrir y ayudar a otros a conocer el Amor del Señor. Toda obra que emprendemos tiene como fin último ese encuentro amoroso que nos conduce a una vida más libre y plena.
Excelencia
A través de su testimonio, Ozanam nos invita a perseverar con espíritu de esfuerzo y superación personal para servir mejor a la construcción del Reino. “Si uno trata de hacer las cosas bien no es para buscar aplausos o elogios sino para apoyar más sólidamente la causa que ha abrazado”. En todos los ámbitos de su vida como laico, estudiante, profesor, marido, padre y líder, Ozanam es ejemplo de fuerza y compromiso con la misión. “Fuera de mí las ideas de desaliento! Me complace haber nacido en una época en que, a lo mejor, tendré que hacer mucho bien, y entonces siento un nuevo ardor para el trabajo”.