Carmen se siente feliz al dedicar su tiempo y habilidades a las personas mayores. Como modista, se ha convertido en una voluntaria invaluable para el Hogar Cerro La Virgen de San Javier, donde pone su destreza para coser y arreglar todo tipo de prendas al servicio de los residentes.

Carmen nos cuenta que en su labor como voluntaria puede alegrarse de ver que en el hogar los residentes reciben todo lo que requieren para sentirse felices.

¡Su generosidad y talento hacen una gran diferencia en la vida de las personas mayores!